Thomas Sankara, el presidente de los hombres dignos
di Davide Matrone
Martes 12 de Enero de 2021
“No se puede liberar a un esclavo, que no es consciente de serlo”
Thomas Sankara
El 10 de enero del año 1983 empieza la trayectoria política de Thomas Sankara como Primer Ministro de Burkina Faso, cuando contaba con tan solo 33 años. El presidente Ouédraogo lo designó como Primer Ministro después de un golpe de Estado que se realizó el 7 de noviembre de 1982 contra el régimen del coronel Saye Zerbo. Este era el cuarto golpe de Estado en el país de los últimos 20 años. Lo original de este golpe fue que por primera vez se levantaron los suboficiales, liderados por un pediatra del hospital de la capital.
Sin embargo, las buenas relaciones entre Ouédraogo y Sankara duraron poco, hasta cuando el primero, moderado ideológicamente, no obtuvo buen apoyo popular y gobernó el país en un clima de gran inestabilidad. Entró en conflicto con el Primer Ministro Sankara, el mismo que fue destituido el 17 de mayo del año 1983.
Con este acto se abren las puertas para la presidencia de Sankara, que el 4 de agosto de 1983 tomó el poder en un nuevo golpe de Estado con gran apoyo popular. Gobernó el país desde el año 1983 hasta al 1987. Fue asesinado a los 37 años en manos de un comando militar, mientras iba vestido de chándal, ya que el jueves era el día del deporte de masa.
¿Quién es Thomas Sankara y cuáles son sus orígenes?
Thomas Sankara nace el 22 de diciembre de 1949 en la provincia Passoré, del ex Alto Volta, actual Burkina Faso. Su madre Marguerite pertenecía a la estirpe mossi, la más importante del país y su padre Joseph, ex soldado colonial, pertenecía a la etnia peul. Tercero de diez hijos, en la escuela fue un buen alumno. Se destacó en lengua francesa y religión. Según los testimonios de sus compañeros de la escuela, Thomas presentaba una personalidad muy fuerte desde jovencito en cuanto era un amante de los debates y tenía carisma.
Un acontecimiento hace encender el espíritu rebelde del joven Thomas desde su adolescencia. El 5 de agosto de 1960, durante la celebración de la independencia del país, algunos jóvenes franceses arrancaron y quemaron la bandera del Alto Volta. Sankara guió a unos estudiantes voltenses que se rebelaron al ultraje sufrido. Por esta razón su padre fue encarcelado por el mal comportamiento del hijo, que a la época tenía solo 11 años. A los 17 años, Sankara entra a la École Miltaire Préparatoire de Kadiogo, que representaba la única posibilidad de poder seguir los estudios para un joven proveniente de una familia no pudiente. Durante su formación militar tuvo el placer de viajar y permanecer un tiempo en Caen, Francia. Ahí conoció el pensamiento y la literatura europea que en el tiempo se plasmaba en la realización de un programa de acercamiento entre los militares y la sociedad civil. Este programa lo reproduciría años después, durante su mandato como presidente de su país. En 1979 asciende al grado de capitán del ejército y es trasladado a la División Opérantionelle de Ouagadogou en su país.
El gobierno de Thomas Sankara
El día de la investidura, Sankara declaró:
"La inspiración me la dará el pueblo y mi fuerza emanará de él"
Thomas Sankara fue presidente del Burkina Faso desde el año 1983 hasta al año 1987. Desde los primeros días de su gobierno luchó contra la corrupción estructural de su país, contra los privilegios de las castas políticas y militares, contra las políticas impuestas por el FMI y contra el imperialismo francés. Trabajó por la independencia de su país, por el cambio de matriz productiva, por los derechos de los trabajadores y campesinos, y por la igualdad de género.
Mejoró la educación, la sanidad, la agricultura, nacionalizó la tierra, las minas y los servicios públicos. Fue un revolucionario en su tierra y este programa político tan radical generó una reacción muy dura de la clase burguesa, de la oposición conservadora pro francesa y de los imperios internacionales.
Estos factores fueron determinantes para su asesinado, que se ejecutó el 15 de octubre 1987, durante un sangriento golpe de Estado perpetuado por su supuesto “amigo” Blaise Compaoré. Este último declaró que el asesinato de Thomas Sankara fue un accidente. Sin embargo, una vez asumido el cargo como nuevo presidente de Burkina Faso, eliminó todas las reformas llevadas a cabo por Sankara a favor del pueblo.
Sankara fue un pan – africanista. Un sostenedor de la recuperación de la soberanía territorial y alimentaria de los países africanos, sometidos a las políticas neoliberales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
Después de 34 años de su muerte, queda un buen recuerdo en su pueblo. El recuerdo de un líder que se despojó de sus cosas materiales para vivir en sobriedad y para dar primero el ejemplo. Iba siempre sin plata y a veces pedía plata a sus familiares y colaboradores para seguir adelante. Declaraba: “No podemos ser la clase dirigente rica de un país pobre”. Según sus amigos era el único jefe de Estado africano que no disponía de dinero al contado y que tenía la cuenta corriente bloqueada por falta de fondos.
Thomas Sankara fue coherente con sus palabras y con sus hechos, por eso sigue siendo amado por los pobres y por su pueblo que esperan que algún día vuelva su Che Guevara africano.
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