François Houtart: Necesitamos construir un nuevo
paradigma.
El sociólo François Houtart (1925 - 2017) |
Jueves 11 de julio de 2019
Cuando Hugo Chávez asume la presidencia de
Venezuela en el año 1999, François Houtart decide vivir en América del sur,
particularmente en Ecuador. En Quito será acogido por la Fundación del
Pueblo Indio del Ecuador[1] en donde permanecerá hasta
al 6 de junio del 2017, su último día de vida.
En el mes
de noviembre del 2012 encontré y entrevisté a François Houtart en Quito después
de haber leído su texto “Deslegitimar
el capitalismo, reconstruir la esperanza”. Además, tuve el
inmenso placer de asistir en una clase magistral suya en el seminario
internacional “Sumak
Kawsay y el planeta”[2] realizado
en la localidad Pucahuaico[3] en el
mismo año.
DM: Usted ha declarado que se necesita construir un paradigma
alternativo al capitalismo. ¿Cuáles son los elementos constitutivos de este
nuevo paradigma?
FH: Son: a) la vinculación con la naturaleza, b) la producción
material para vivir, c) la organización colectiva, d) la cultura. El
capitalismo destruye las dos fuentes de su propia riqueza: la naturaleza y el
trabajo. Frente a eso necesitamos la transformación y la constitución de un
nuevo paradigma. Debemos reconstruir
la relación con la naturaleza. Pasar de la explotación al
respecto de la vida como fuente natural. Es fundamental inspirarnos en los
pueblos originarios de América Latina que conviven con la Pachamama[4] y alimentan el Sumak
Kawsay. Necesitamos
una nueva definición de la economía que no puede ser
solamente agregar valor en función de los intereses de unos pocos. Es indispensable redefinir la economía
como una actividad humana colectiva que produce la base material de todas las
vidas: la vida material, la vida física, la vida cultural
y la vida espiritual de todos los seres humanos del planeta.
Para superar el capitalismo debemos privilegiar el valor de uso
al valor de cambio. El sistema capitalista da prioridad al valor de cambio para
transformar todo en mercancía. Se debe replantear una nueva y
diferente organización
colectiva de la humanidad, la cual, no puede realizarse sin la
universalización de un proceso de democratización de todas las instituciones
(políticas, económicas, sociales culturales, deportistas, religiosas). Y
finalmente la
interculturalidad. Hemos definido y construido el
desarrollo en función de la cultura occidental – capitalista. Ya no podemos
marginalizar o destruir todas las otras culturas. Debemos reconocer y estudiar
todas las culturas, todos los saberes, todas las religiones. Eso contribuye a
la construcción del Bien Común de la humanidad.
DM: En su libro “Deslegitimar el capitalismo, reconstruir la
esperanza” habla de la teología de la liberación como sujeto crítico al
actual sistema capitalista. ¿Cuál es, para usted, la crítica principal de la
Teología de la Liberación hoy?
FH: La Teología de la Liberación es contextual, es decir, se construye
en la realidad humana. La especificidad de esta Teología reposa en la contextualización de la
realidad con los ojos de los pobres. El Evangelio obliga
justamente a ver la realidad y el contexto en función de la situación de los
pobres y de los oprimidos. La
pobreza se crea mediante las relaciones sociales y no es algo natural. En
este sentido la Teología de la Liberación desarrolla una crítica al paradigma
capitalista en cuanto crea una enorme concentración de riquezas en pocos grupos
y al mismo tiempo fomenta pobreza en la gran mayoría de la población.
DM: Usted participó en el Concilio Vaticano II. Después del
mismo Concilio surge una iglesia liberadora en el obispado latinoamericano. En
Ecuador la figura más representativa de esta iglesia fue el Monseñor Leonidas
Proaño ¿Cuál fue el compromiso mayor del mismo Monseñor con los oprimidos de su
país?
FH: Conocí a Monseñor Proaño cuando fue nombrado obispo[5]. Cuando empezó su
trabajo en la Diócesis de Riobamba se impresionó por la situación de pobreza en
la que vivían los indígenas de su provincia. Le impactó la terrible opresión
que sufrían los mismos indígenas por parte de los terratenientes. Por eso, con
su convicción cristiana muy profunda llegó a la conclusión que el mensaje de Cristo no podía ser
auténtico sin los principios de la teología de la liberación. Él
fue miembro del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) y fue muy activo en
este Consejo. El CELAM, durante el Concilio Vaticano II, al contrario de lo que
se esperaba - no siguió al episcopado españoles o portugueses que eran muy
conservadores. A la conclusión del Concilio Proaño, una vez regresado a su
país, se concentró de manera particular en el trabajo de concientización de
los pueblos indígenas.
DM: En el mismo texto, “Deslegitimar el capitalismo, reconstruir
la esperanza”, analiza la crisis de la Teología de la Liberación y la extensión
la Teología de la Prosperidad. ¿A qué se refiere exactamente con esta nueva
Teología?
FH: Hoy día se habla de una crisis de la teología de la
liberación. La apertura de la economía mundial al neoliberalismo, la
transformación del papel de los organismos financieros internacionales
convertidos en instrumentos directos de esta filosofía económica, han hecho del
capitalismo como el único maestro del juego. Se ha desarrollado una nueva cultura, la
idea de que no hay alternativas al mercado capitalista. Los
nuevos movimientos religiosos se desarrollan centrados en las necesidades
individuales de búsqueda de sentido y de nuevas solidaridades interpersonales.
Se extiende la “Teología de la Prosperidad” que pone lo divino al servicio de
una posibilidad cada vez más aleatoria donde propone el intercambio con un Dios
que recompensa materialmente a los seres humanos que le sirven ritualmente. Se
legitima la riqueza y se la considera como una señal de la bendición de
Dios. Esta teoría
ignora totalmente los mecanismos económicos y sociales que construyen las
riquezas mediante la explotación laboral y el saqueo de los recursos naturales
realizado por las grandes multinacionales.
Referencias:
Houtart, François. 2008. Deslegitimar
el capitalismo. Reconstruir la esperanza, Colombia: Ruth Editorial.
Grupo de Pensamiento Alternativo.
2019. François Houtart. Vida y pensamiento, Ecuador: Ediciones desde
abajo.
[1] Institución fundada
por el Monseñor Leónidas Proaño.
[2] El seminario fue
realizado por la Fundación del Pueblo Indio en los días 27, 28 y 29 de enero
del 2012.
[3] En esta localidad,
cerca de San Antonio de Ibarra, reposan los restos del Monseñor L. Proaño.
[4] Madre Tierra en
lengua quichua
[5] Fue Obispo de
Riobamba desde el año 1954 hasta el año 1985.
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